sábado, 31 de marzo de 2012

LA SENSACION DE VACIO

    Mi nostalgia era tan grande que invadía aquella habitacion de color blanco. Carente de identidad, sin un cuadro, simplemente con una cama destartalada, un mesita de noche en la que lucía una triste lámpara con una luz melancólica, una silla de madera antigua y una cómoda desgastada por el uso, coronada con un ovalado espejo que reflejaba la tristeza de mi mirada.

   No sé como terminé allí. Había salido de casa, buscando un refugio para esa tristeza que me arrancaba el alma. Llegué a aquel lugar donde la gente reía, bebía, hablaba, sin entenderse por el volumen de la música, pero qué más daba, no les importaba lo que les contara el otro, solamente estaban allí por cambiar su monotonía. Los demás eran como marionetas, que movían la boca a la vez que sus oyentes se reían. Se envalentonaban, tomando copas, para hacer cosas que por sí mismos no harían; sentí que estaba asistiendo al rodaje de una película, donde no había salido el protagonista, o quizás si, el protagonismo era la ambigüedad, la pérdida de valores como el respeto a uno mismo, el libertinaje al que les llevaba su gran amigo el alcohol y otras sustancias, el traspaso de límites, como la vergüenza, la moral, entendiéndose como la falta de conocimiento, por conveniencia o por ignorancia, de disfrutar de aquellos bellos momentos, sin necesidad de estar atrapados en ese nihilismo que se respiraba en el ambiente.

   Según avanzaba la noche mis ojos eran incapaces de percibir todo lo que me rodeaba, y mi pensamiento no podía procesarlo. Por un momento, salí de allí, caminé hasta un parque cercano, y no me sentí orgullosa de pertenecer a aquella masa informe, que se movía al compás de una misma canción, dónde se habían quedado tantas cosas, como una conversación con unos amigos tomando café, o con tu pareja, así el cortejo de una mujer, por alguien con quien había cruzado una mirada especial, o el acercamiento tímido de la mujer para acercarse a aquel hombre que le atraía, aquellas ropas extravagntes y el culto al físico, habían sustituido esa conversacion interesante y esa admiración por la belleza interior.

   Volví, y la canción seguía sonando y todos bailaban, estaban robotizados, tanto avance para llegar a ser robot, en un lugar donde se invitaba a olvidar sentimientos, no había esposas, ni maridos, ni hijos, parecía que por unas horas habían pasado por una máquina de "despensar".
   Hastiada de aquello, cogí mi coche, e intenté buscar un rumbo, pero fue infructuoso, llegando a aquella lúgubre habitación de un motel de carreteras, desde donde escribí esto.

viernes, 9 de marzo de 2012

SER O ESTAR FELIZ

    Todos hemos oído hablar de esa palabra denominada "FELICIDAD" pero, de la misma manera que lo pongo con mayúsculas, quisiera que la reflexión que hiciéramos sobre ella fuera desde lo más profundo de nuestro pensar. Se utiliza de una manera a veces banal, para explicar momentos fugaces de nuestra existencia, que perfectamente se les podria atribuir otro vocablo.

    Este sustantivo define un sentir, tal vez, pero creo que eso no es del todo verdad. O quizás expresa un estado "qué feliz soy", pero si preguntamos a la mayoría de la gente con las que tratamos a menudo que nos definan qué creen qué es la felicidad, seguramente empezarán a deambular por su mundo pensante y no sepan dar una definición que les convenza, para que el oyente lo entienda.
    Ésta ha sido motivo de estudio de Platón, Aristóteles, Kant, Faucoul, Descartes, Santo Tomás de Aquino, Hume, San Agustín y tantos otros filósofos, cuyos puntos de vista son coincidentes en algunos y totalmente opuestas en otros, dependiendo de la percepcion del ser humano, las ideas, el materialismo, el empirismo. Actualmente los modernos filósofos siguen estudiando el término, cuyo contenido buscamos todos los seres humanos.

  Podría hacer un breve resumen, de como ven la felicidad los sabios anteriormente citados, pero eso es algo que podemos encontrar en internet o en cualquier libro de filosofía.
  Una ciencia que se ocupa del estudio, entre otros, de cosas que afectan a la psique del ser humano, es la psicología, cuyo primer llamado psicólogo fue Wilhen Wund y que dio paso a otros, como Freud, Carl Jung, Pavlov, Melanie Klein, Erikson, Bernabé Tierno que también han hurgado profundamente en el campo de la felicidad, siempre induciendo a los individuos a buscarla, según el estudio de su personalidad.
   Ahora digo yo, ¿se ha encontrado después de tantos siglos, el significado certero y finito de algo tan fácil como es una definición a la cual se llevan dedicando diferentes sabios, psicólogos, psiquiatras tantos siglos?
   No será que esta PALABRA es algo inmanente al ser humano, que nace con ella, pero debe saber encontrarla. Es decir, no se trata de ser felices, o de sentirse felices, puesto que esto seria foráneo, o tendría finiquitud, estamos felices, solamente tenemos que saber vivir esa felicidad, saltando obstáculos, que se presentan, pero ante todo, teniendo la seguridad, que está con nosotros, y que no somos quienes para no dejarla aflorar.

   Diréis "esta chica no sabe lo que dice, debe vivir en un mundo distinto". Pues sí, vivo en mi mundo, como cada lector de estas palabras vive en el suyo, con un escenario común, que es la sociedad en la que nos movemos, pero eso no es parte de nuestro ser, son nuestras circunstancias. Esto conlleva que os preguntéis, ¿qué habla ésta de la felicidad, no lee la prensa, no ve a las personas del tercer mundo? Claro que soy conocedora de todo esto, pero alguien me sabría decir, reiterando la cuestión ¿qué es la felicidad?. Si no sabemos responder con argumentos concluyentes, tampoco podremos hablar de si éste o aquel son felices, y si por un casual es inmanente al ser humano, cada uno tendría que dar su versión de su estado de felicidad, no de su serlo o sentirlo, pues de esta manera habría tantas respuestas que sería imposible recogerlas todas, e incluso una misma persona se podría sentir o ser feliz en distintas ocasiones y por distintas causas.
  Quizás si no la buscáramos tanto, puesto que está con nosotros, no nos pegaríamos de tortas por el camino, aunque no sea politicamente correcto lo dicho, y podríamos vivir en paz con los demás y sobre todo, con nosotros mismos.

   Una vez leído esto, ¿qué se podría opinar del contenido de un término tan melodioso para nuestros oídos pero que según parece, lleva colgado un cartel donde pone "SE BUSCA"?.



lunes, 5 de marzo de 2012

¿QUIEN NOS EDUCA?

   Hoy mis pensamientos van dirigidos a los diversos temas relacionados con la educación. 
  No me centraré en la educación en casa, porque se trataría de un tema que daría mucho para hablar, pero sí hacer una mención a algunas coletillas. 
Todos sabemos que la educación empieza en casa, son tus padres los depositarios de unos conocimientos, a nivel moral y ético, los que empiezan la labor, algo difícil, puesto que ellos han sido antes los que han recibido el testigo de sus padres, y debido a la diferencia de edad, habrá cosas que hayan quedado obsoletas, pero nunca los valores esenciales de una persona, es decir, en el momento que nacemos, somos seres racionales, pero somos como una página en blanco, que hay que ir cubriendo con el menor número de borrones. El esquema primero es el más importante, pues va a ser el directivo de muchas de nuestras acciones hasta el final de nuestros dias. Nunca unos padres podrán ser buenos en educarnos si nos imponen algo "porque sí", sin ni siquiera pararse a pensar en cosas, como el darles el mayor cariño para que se sientan arropados, cuando su entendimiento se va desarrollando, o por lo menos, cuando empiezan a interactuar; reprenderlos cuando hacen algo que en nuestra opinión no está bien, no reírles las gracias porque son pequeños, y así sucesivamente según el carácter y la edad del niño, luego del adolescente, más difícil, y del joven, también complicadillo.
   Bueno, esta es la introducción en la que los padres actúan más activamente, sobre todo en la niñez y la adolescencia; pero ya a partir de los tres años los niños empiezan a depender de otras manos, que no son otras que la de los profesores, o maestros como se decía en mis tiempos (antes pueden haber ido a la guardería, por eso de que se relacionen con otros niños, para mi una solemne tontería), esos maestros, como su nombre indica, deben enseñarles y completar ese aprendizaje no solo a nivel cultural, sino a nivel moral, es decir, de valores,claro está, según la edad. Me atrevería a pedir a las personas responsables de programar esta enseñanza, que se enseñara en esas edades las estructuras necesarias de pensar, y de aprendizaje del estudio, algo de mucha utilidad, no sólo en ese presente, sino para su futuro; podríamos compararlo con la construcción de un edificio: primero hay que saber como hacer unos buenos cimientos, para que el edificio se erija y no se caiga, y luego hay que saber poner los ladrillos, ya que no se pueden poner de cualquier manera, pues, en lugar de un edificio, podría convertirse en algo amorfo, o incluso caerse, y tenerlo que volver a levantar. Creo que con este ejemplo, queda claro, aunque de una manera burda, cómo debemos educar en esencia al niño desde sus cimientos hasta su crecimiento.
   Está claro, que habrá obstáculos, pero es algo natural, que debemos saber solventar los padres desde su papel y los profesores desde el suyo, nunca tratemos que el papel de un padre lo asuma un profesor o viceversa.
    Cuando un profesor termina su carrera se siente orgulloso de ello, pero lo realmente importante es que sepa ser profesor (maestro), de aquellas personas que se sienten ávidas de aprender, que empiezan en determinadas etapas a tener sentido crítico, y si sus ganas no son suficientes, intentar fomentarlas para que no tiren la toalla, y den un sentido a su vida. Con esto no quiero decir, que sean universitarios, sino que lo que hagan, lo hagan con conocimiento y disfrutando de ello.
   Quizás parezca una utopía, pero no lo sería si todos pusiéramos el esfuerzo necesario en cumplir con nuestros papeles en la vida, en este caso, en la educación de nuestros hijo, futuros padres mañana, futuros gobernantes, maestros, mecánicos, etc.
   Somos los escultores de una nueva generación y queremos que nos quede lo más perfecta posible, utilizaremos el cincel, la lima, el martillo, el barniz... todo aquello necesario para nuestra obra.
   Esto es un poco liviano para todo el entramado que supone la educación, pero opinando humildemente, creo que muchos de los problemas que vivimos hoy en dia, son debidos a la falta de esos primeros cimientos sin fortaleza.